Lavar y cortar en láminas 500 gramos de champiñones. Añadir limón.
Echar un chorro de aceite de oliva en una sartén. A fuego medio, freír 600 gramos de pechuga de pavo. Condimentar con
sal y pimienta al gusto.
Cortar el pavo en trozos alargados de aproximadamente 1 centímetro de grosor.
Lavar 400 gramos de espinacas frescas y extenderlas en un plato grande o en una ensaladera. Incorporar encima los champiñones
laminados, los trozos de pechuga de pavo tibia y espolvorear con unos 20 gramos de semillas de ajonjolí (o sésamo).
Rociar los ingredientes con una salsa vinagreta hecha con abundante aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta.
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