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1 lechuga francesa
2 botes de garbanzos cocidos al natural
1 tomate pelado y sin semillas
1 cebolla
150 g de ventresca de bonito
cebollino
5 cuch. de aceite de oliva
2 cuch. de vinagre de Jerez
sal.
Separar las hojas de la lechuga francesa, dejándolas enteras, sin partirlas.
Lavarlas en abundante agua fría, escurrirlas y secarlas bien. Reservarlas en la nevera envueltas en un paño húmedo para
que no se mustien. Mientras, se prepara el resto del plato.
Escurrir los garbanzos del agua de conserva y aclararlos en un colador bajo el chorro del agua fría. Mezclarlos con el
tomate y la cebolla picados, la sal, el vinagre de Jerez y las cinco cucharadas de aceite de oliva. Remover todo bien.
Desmenuzar la ventresca de bonito en trozos grandes y mezclar con la preparación de los garbanzos.
Por último, formar en cuencos individuales una especie de flor con tres hojas de lechuga y rellenarla con la preparación
de los garbanzos justo antes de llevarlo a la mesa.
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