- 2 lechugas, una escarola y 3 tomates maduros.
- Una cucharada de mostaza de grano.
- Una gota de nata líquida o yogur.
- 2 cucharadas soperas de vinagre de Jerez.
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 3 huevos y 3 cebolletas frescas medianas.
- 8 espárragos blancos en conserva.
- 8 filetes de anchoa en aceite.
- 150 gr de ventresca de bonito en aceite y sal.

Limpiar las hojas. Se limpian las hojas de lechuga y escarola en abundante agua fría, con unas gotas de vinagre o de lejía
y se secan bien. Se cortan las hojas más grandes en trozos con las manos, partiendo siempre desde los nervios de las hojas.

Batir en un bol los ingredientes de la vinagreta. Se lava y se pela el tomate y corta en gajos. A continuación, se prepara
una vinagreta bien cremosa batiendo en un bol la mostaza y la gota de nata o yogur con el aceite de oliva virgen, el vinagre
y la sal, con la ayuda de unas varillas.

Mientras tanto se cuecen los huevos en abundante agua sazonada generosamente y en ebullición constante (una buena sazón facilitará
su pelado posterior) y se les quita la cáscara.

La cebolleta se pela, se separa en lascas y se parten éstas en tiras finas. En el fondo de un bol se vierte una tercera parte
de la vinagreta, sobre la cual se coloca el tomate. Sobre éste, los espárragos, los huevos duros cortados en cuartos, las
anchoas y la ventresca, deshojada en finas láminas, y, finalmente, las hojas de lechuga y escarola y las tiras finas de cebolleta.
Se sirve con el resto de la vinagreta para que cada uno termine de aliñar su ensalada. De esta forma, las hojas no se marchitan
y, por la colocación de los ingredientes –los más pesados abajo y los frágiles arriba–, se come sin aplastar.
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